Residuos Inertes | Definición, Tipología y Tratamiento

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Los residuos inertes, agr conocidos como residuos no peligrosos, se refieren a cualquier material que no experimenta cambios físicos, químicos o biológicos significativos con el paso del tiempo. Suelen producirse a partir de actividades de construcción, demolición y excavación y pueden ir desde elementos aparentemente inofensivos como plásticos y hormigón hasta residuos más complejos como amianto y suelos contaminados. A pesar de su falta de peligrosidad inmediata, el creciente volumen de residuos inertes plantea un importante reto medioambiental en todo el mundo.

En este artículo, profundizaremos en la cuestión de los residuos inertes y exploraremos las posibles soluciones para gestionarlos de forma sostenible.

¿Qué son los residuos inertes?

Los residuos inertes son las sustancias u materiales que desechamos que no experimenta cambios físicos, químicos o biológicos, y en caso de que sufran alguna transformación, apenas repercute. Tampoco son tóxicos, tienen una emisión reducida de lixiviados, y no suponen ningún riesgo para las aguas subterráneas o superficiales.

Estos residuos son sustancias que están formadas por tierra o elementos similares, como asfalto, roca, ladrillos u otros materiales que no se filtrarán en el ambiente. Este tipo de desechos suelen producirse en las obras y las demoliciones, las cuales destacan por necesitar contenedores de volumen debido a la gran cantidad que se producen.

Algunos ejemplos de residuos inertes serían los escombros, vidrio, yeso, revestimientos, tejas, aislantes, metal, madera, ladrillos, asfalto o cemento.

Tipos de Residuos Inertes

La clasificación de los residuos inertes, según el Plan Nacional de Residuos de Construcción y Demolición 2001-2006, serían los siguientes:

  • Escombros.
  • Ladrillos, azulejos y otros cerámicos.
  • Hormigón.
  • Piedra.
  • Arena, grava y otros áridos.
  • Maderas.
  • Vidrio.
  • Metales.
  • Asfalto.
  • Yeso.
  • Papel.
  • Plástico.

¿Cómo se reciclan los residuos inertes?

Los residuos inertes, como las maderas, escombros, metales, plásticos y asfaltos, se reciclan de la siguiente forma:

La madera se puede transformar en palés o pellet, un combustible que cada vez se utiliza más.

Los escombros se emplean para crear zahorra, el cual se utiliza para rellenar encofrados y construcciones.

La fusión de los metales dan lugar a otros materiales.

El PVC se puede convertir en un material para suelos industriales y garajes.

El asfalto y el caucho puede convertirse para pavimentos de carreteras.

Las piedras y mármoles, se convierten en áridos especialmente prácticos para rellenar el subsuelo de carreteras y terraplenes.

El plástico es un material que se trata de forma separada a los residuos inertes.

¿Cuál es el impacto al medio ambiente de los residuos inertes?

Los residuos inertes no impactan en el medio ambiente, ya que no influye en la salud de las personas, animales o el estado del agua. Esto se debe a que no es un residuo peligroso, ni tampoco experimenta cambios físicos o químicos sustanciales.

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