Amianto en el Talco de Jonhson & Jonhson ¿Es cierto?
Uno de los escándalos que ha tenido la compañía Johnson & Johnson es la composición de sus polvos de talco que se sospechaban que estos tenían amianto.
Según ha comunicado la empresa, para el año 2023 suspenderá la venta de polvos de talco para bebé en todos el mundo, donde ha llegado a recibir un total de 38.000 demandas por producir cáncer.
En el año 2021 se prohibió su venta tanto en EEUU como en Cánada. Y dos años después se ha tomado la decisión de parar de hacerlo a nivel internacional, alegando que la decisión ha sido tomada por la disminución de las ventas y no por la existencia de amianto.
J&J igualmente sigue negando que sus polvos de talco no contienen asbestos.
Un largo recorrido de litigios legales
En 2017, en los Ángeles un jurado solicitó pagar 417 millones de dólares a Eva Echeverria por desarrollar cáncer de ovario terminal en 2007, porque justificaba que su enfermedad provenía del uso de polvo de talco para bebés.
Por el año 2018, aparecieron informes según el The New York Times, que mencionaban que la compañía farmacéutica sabía desde hace décadas que sus polvos de talco contenían amianto, un mineral con efectos peligrosos para la salud.
Luego, en 2020 un tribunal lo multó a pagar 2100 millones de dólares a 22 mujeres que decían sufrir de cáncer de ovario por la misma razón, incluso aunque algunas mujeres desestimaran el caso.
Es decir, que la empresa ha tenido que pagar sanciones multimillonarias debido a la producción de estos polvos de talco.
¿Por qué se cree que los polvos de talco tienen amianto?
Las primeras menciones de que habia asbestos en los polvos de talco de J&J fue en 1957 y 1958, donde hubo un laboratorío mencionó que se encontraron fibras en forma de aguja, como la tremolita, perteneciente al grupo de los asbestos.
En 1961, con un estudio de John Graham y Ruth Grahan, donde partieron de la siguiente hipótesis:
» La tasa de mortalidad por cáncer de ovario aumenta en los países occidentales avanzados. En cambio, el cáncer de ovario es poco frecuente en las zonas menos desarrolladas. Los mesoteliomas de la asbestosis se parecen al cáncer de ovario en su aspecto. La inyección intraperitoneal de una variedad de amianto produce cambios epiteliales en los ovarios de cobayas y conejos que son similares a los observados en pacientes con cáncer de ovario temprano. Seis de doce pacientes con cambios malignos tempranos en los ovarios muestran material cristalino birrefringente en los ovarios. Estas observaciones son compatibles con la tesis de que el amianto es un factor etiológico del cáncer de ovario.»
En el año 1971 se publicó el primer estudio que vinculaba una relación directa entre los polvos de talco y el aumento de las probabilidades de padecer cáncer de ovario, por lo que se comenzó a sospechar que los polvos de talco contenían amianto.
Entre 1972 y 1973 3 laboratorios diferentes encontraron evidencias de que había altos niveles de amianto en el talco, sin embargo, la FDA comentó que no se encontró rastos de este producto [Fuente] .
Los polvos de talco se han usado para la higiene vaginal, principalmente para absorber la humedad y el olor. El problema era que la vagina absorbia las fibras de amianto y se distribuian por todo el interior del aparato reproductor femenino.
¿Los polvos de talco tienen o no tiene amianto?
En realidad no hay estudios médicos que avalen esta situación, desde 1971 se han publicado 17 estudios y 36 artículos, que principalmente eran revisiones o comentarios de esos mismos estudios.
Sin embargo, a nivel jurídico, si hay evidencias que se había asbestos, de hecho en 2013, la página web de Johnson & Johnson tuvo que declarar: «Nuestros productos de consumo de talco siempre han sido (No podemos decir «siempre) libre de asbestos, com lo confirman las pruebas periódicas desde la década de los 70.»
Por lo que se concluye, que no hay ningún estudio médico que garantice que los polvos de talco contengan amianto actualmente.
A día de hoy, se recomienda usar un sustituto del talco, como por ejemplo la maicena, el almidón de tapioca o bicarbonato sódico. Tampoco se sabe si los polvos de ausonia o talquistina contienen amianto.